TU UNICO


Al leer la Palabra de Dios nos damos cuenta que hay muchas tipologías de Cristo en ella. La tipología bíblica es una teoría que dice que una persona, cosa o acontecimiento en el Antiguo Testamento AT) tiene un significado simbólico, presagiando una realidad manifiesta en el Nuevo Testamento (NT). Así que, después de la caída del hombre por la desobediencia de Adán, Jehová Dios pensó en un Plan de Redención para toda la humanidad, el cual restauraría todo aquello que pensó entregar a su más maravillosa creación. Y a través de las mismas Escrituras, nos iba mostrando en qué consistiría y cómo sería. Hoy quiero hablarte de una de esas tantas tipologías que hay en la Biblia, el sacrificio de Isaac.

Génesis 22:2 (RVR1960) dice, “y dijo: toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré”. En este pasaje, Dios le da una orden a Abraham, sacrifica a tu hijo, y dice: TU ÚNICO. Un momento, Abraham ya había tenido un hijo, Ismael con Agar, su sierva, entonces, ¿por qué Dios dijo tu único? También me llama mucho la atención que el Señor conocía cuánto amaba Abraham a ese hijo de la promesa. No obstante, al leer el pasaje entendemos cuán obediente fue Abraham, quien no vaciló, en ningún momento, para cumplir lo que Dios le había ordenado. Al leer Juan 3:16 (RVR1960) vemos un paralelo exactamente igual: “porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito”. Analicemos, entonces, qué elementos son iguales: primero, en ambos hay un padre; segundo, en ambos pasajes hay un hijo, el cual es reconocido como el único y, por último, en ambos pasajes el amor se demuestra a través de una acción (el sacrificio), por lo cual podemos concluir que el amor siempre es demostrativo, ¿no es así? De esta forma, entendemos que en el sacrificio de Isaac, el cual no se dio, hay una tipología de Cristo. Qué tremendo cómo el Señor nos daba partes de un rompecabezas, el cual tendríamos la oportunidad de ver completamente armado en el Nuevo Testamento.

Pero la historia no termina allí. Dice Génesis 22:7-8 (RVR1960), “entonces habló Isaac a Abraham su padre, y dijo: padre mío. Y él respondió: heme aquí, mi hijo. Y él dijo: He aquí el fuego y la leña; mas ¿dónde está el cordero para el holocausto? Y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío“. Y hay una profecía tremenda en este pasaje al afirmar Abraham que Dios proveería de cordero para que ese sacrificio se llevara a cabo. En el caso de Isaac, el cordero le sustituyó en el sacrificio; en el caso de Jesús, como la paga del pecado es la muerte, Él fue ese cordero que Dios Padre sacrificaría para perdón de pecados de multitudes. Dios tuvo un plan desde el principio para todos nosotros y nos ama tanto que nos lo ha demostrado de muchas formas, una de ellas sacrificando a Su Unigénito. Espero que esta reflexión haya llegado en un buen momento. No olvides compartir, sé de bendición.

Bajo la guía del Espíritu Santo,

Sergio Meza Padilla.

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