Pastores piden que se anule prohibición de misioneros en Nicaragua



Más de 300 pastores de las diversas denominaciones del liderazgo evangélico se reunieron en el auditorio del Parque Japonés en Managua, a fin de solicitar la derogación de las nuevas normas que rigen para el ingreso de misioneros a Nicaragua, de cualquier denominación religiosa.
A la reunión asistió el Procurador Sixto Ulloa y Miguel Ángel Casco, ambos pastores evangélicos afines al sandinismo, quienes se encargarían de canalizar las inquietudes.
Se esperaba que asistiera algún funcionario de Gobernación, pero las puertas del parque fueron cerradas a los medios de comunicación para darle un ambiente de privacidad al encuentro.
“Las normativas nos están ocasionando dificultades, porque se están pidiendo tantos detalles de información a las organizaciones evangélicas, que los misioneros ya no quieren venir a Nicaragua”, expresó Dorik Ramírez, pastor de la Iglesia de Dios.
La reunión comenzó en un ambiente tenso ya que, según representantes de las iglesias más grandes del país, los donantes están dispuestos a llevarse los fondos y materiales a Haití y otros países de África en donde necesitan de la ayuda.
Cientos de escuelas quedarían sin apoyo
Los delegados de las iglesias evangélicas dicen que unas 300 escuelas corren peligro de perder el apoyo internacional si el gobierno persiste en mantener el control a las visitas de misioneros religiosos.
A nivel de Centroamérica y misioneros de Canadá y Estados Unidos han optado por no venir, y ante la desconfianza del gobierno sandinista rehúsan presentar listado con siete días de antelación y todos los detalles de la normativa, “es un control total”, externó el pastor Dorik Ramírez.
Los misioneros vienen a construir, a ayudar en las instalaciones de clínicas médicas, escuelas, orfanatos, “nosotros prácticamente dependemos en un gran porcentaje de las ayudas de misiones que tenemos de esos países”, indicó Ramírez. Yo he estado metido la mitad de mi vida en las zonas rurales más pobres, “allí se ayuda con pozos, con clínicas médicas, con lentes, de todo lo que es ayuda, allí estamos metidos nosotros con las misiones”, manifestó.
Las misiones trabajan seis meses, un año o más, con el objetivo de bendecir a Nicaragua, “por eso hoy hay muchos misioneros que prefieren irse a Haití, “porque sabemos que hay dos países en vías de desarrollo, y los más pobres de América Latina, Nicaragua y Haití”.
Las misiones evangélicas extranjeras han venido a Nicaragua por más de 120 años.  Hemos sido evangelizados por los misioneros, quiere decir que juegan un papel importante, muchos hemos sido hasta educados por el apoyo de los misioneros, “en el caso mío, soy ingeniero civil, y fui apoyado por los misioneros, para el día de hoy ser un profesional y servir a mi país”, enfatizó Ramírez.

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